Como viene siendo habitual, tras
las jornadas realizadas en Las Navas del Marqués (2009), Sevilla (2012),
Cáceres (2014) y Salamanca (2016), nos reunimos nuevamente los miembros y
amigos del Instituto de Psicoterapia Relacional, junto con unos invitados de
prestigio para disfrutar de una experiencia de gran nivel intelectual y humano
y de una maravillosa convivencia. En esta ocasión los invitados extranjeros han
sido Andrew Samuels y Phil Ringstrom y el invitado español, nuestro querido
Joan Coderch, que pronunció la conferencia de clausura y nos honró con su
presencia. Phil Ringstrom es analista Didacta y Supervisor del Instituto de
Psicoanálisis Contemporáneo, en Los Ángeles, California, pertenece a numerosas
sociedades profesionales relacionadas con el psicoanálisis relacional e igualmente
miembro del consejo editorial de varias revistas internacionales muy destacadas
en nuestro campo. especialista en psicoterapia psicoanalítica de parejas. Andrew
Samuels es profesor de psicología analítica (Universidad de Essex, Reino Unido)
y ha ostentado cargos de responsabilidad en numerosas instituciones, activista
y escritor. Además de la práctica privada de la psicología analítica
relacional, de inspiración junguiana, viene realizando en los últimos años
estudios de gran interés sobre política y psicoterapia y el lugar que ocupa,
hoy en día, la política dentro de la terapia y el rol que el terapeuta debe
desempeñar en este ámbito. Al profesor Joan Coderch suponemos que no hace falta
presentarle en este momento, pues sus publicaciones sobre psicoanálisis
relacional en la editorial Ágora y sus largos años de práctica profesional y
docencia sirven como aval, así como los homenajes que ha recibido en nuestro
país y en el marco de las actividades del IPR. Presentamos a continuación un
resumen de los asuntos tratados.
Tras el acto inaugural, en el que
intervinieron la Coordinadora del Comité Organizador, Rosa Domínguez Rodríguez,
el Presidente del Comité Científico, Alejandro Ávila Espada, y el Presidente
del IPR, Carlos Rodríguez Sutil, dieron comienzo las Jornadas con la primera
ponencia, presentada por Andrew Samuels, con el título “¿Una nueva terapia para
la política?”. El profesor Samuels fue presentado extensamente por Pilar
Quiroga Méndez, profesora de Psicología del Desarrollo de la Universidad Pontificia
de Salamanca, citando algunas de sus obras más celebradas, como es su conocido
libro “Jung y los Postjunguianos”, que, con un importante retraso, se van
publicando en castellano. Samuels, no obstante, se presenta en la actualidad
como un profesional más dedicado al activismo político y no tanto a la
profesión de analista, y nos propone una reflexión personal y experiencial, con
los siguientes asuntos relevantes: 1) liderazgo y responsabilidad, 2)
desigualdad económica y medio ambiente, tal como se ve en el seno de las
relaciones familiares, y 3) política oculta de la promiscuidad. Las cuestiones
políticas no pueden estar ausentes del trabajo en la sesión analítica, si bien
la posición clásica era la contraria. Entre otras consideraciones, propone a
cada uno de los asistentes una reflexión interna: ¿Cuándo deberíamos haber
tomado las riendas en una situación decisiva y no lo hicimos por temor al
fracaso? Entre los aspectos hasta ahora poco considerados en la clínica
psicoanalítica enfatiza la importancia de las relaciones económicas en el seno
de la familia, quién controla el presupuesto. Otros ejercicios que propone son:
qué harías si te tocara la lotería o qué tipos de sacrificios económicos
seríamos capaces de hacer. Finalmente, dedica una extensa parte del final de su
ponencia a un tema que considera no ha sido suficientemente atendido, como es
el de la promiscuidad y el sexo casual y, en general, las experiencias sobre el
deseo erótico. Indaga sobre las relaciones, directas e indirectas, entre política
y comportamiento sexual. En el capitalismo tardío en el que vivimos se produce
una fragmentación de la sexualidad que se halla inserta en una guerra de poder.
Termina destacando la espiritualidad y el sentido numinoso de la sexualidad.
La colega de Barcelona, Neri
Daurella de Nadal (SEP-IPA, IARPP y miembro de honor del IPR), comentó la
presentación de Samuels y señaló el destacado rol que ha desempeñado como
asesor de líderes políticos en diversas partes del mundo. La difusión, en forma
de micro-charlas, que Andrew Samuels ha realizado de su pensamiento a través de
internet es una muestra más de su abandono de la supuesta neutralidad analítica
– se acabó el “anonimato” analítico -. Sin embargo, sospecha cierto peligro de que
podamos adoptar, sin pretenderlo, una actitud apostólica, como le pone sobre
aviso su experiencia con grupos Balint; lo que supondría no buscar tanto las
necesidades del paciente como las del médico, transmitiendo en nuestro caso
prejuicios sutiles incuestionados. Este peligro en parte se supera reconociendo
la propia falibilidad. El discurso de Samuels sobre la promiscuidad le recuerda
consignas de mayo del 68, aunque en esos tiempos se utilizaba más la expresión
“amor libre”, y aplica estas enseñanzas en contra de los “analistas monógamos
de una sola escuela”. Ahora bien, existe el riesgo de que los terapeutas
ejerzan en la actualidad una actitud pastoral en favor de la pareja estable
como forma de vida. En relación con la versión espiritualizada de la
sexualidad, Daurella señala que esto también puede suponer una reactualización
de los movimientos juveniles de los sesenta, recuperando el sex and drugs and rock’n roll.
La Vicepresidenta del IPR, y
Presidenta de la Sección de Psicoterapia Psicoanalítica de la FEAP, Charo
Castaño Catalá, hace la presentación de Phil Ringstrom. Ringstrom, con un
estilo muy expansivo, describe los seis pasos que ha establecido en el
tratamiento psicoanalítico de parejas. Estos pasos asumen la importancia que
tiene la sintonía del terapeuta con la transferencia de ambos miembros de la
pareja y del descubrimiento de los “círculos viciosos” que se producen en la
relación de la pareja. Las parejas se
forman con la pretensión, predominantemente inconsciente, en cada uno de ellos,
de completar algo incompleto en su desarrollo. Los pasos finales del modelo
atienden a lo que es negociable y no negociable entre los miembros de la pareja
y en su propio interior. La pareja debe entenderse también como un compuesto
con dinámica propia, según el concepto de “tercero”, la relación posee una
mente propia. Para la comprensión de esta realidad, Ringstrom recurre a la
teoría de los sistemas complejos. La solución de los conflictos depende,
inevitablemente, de la disposición de los miembros a la cesión (surrender). La aplicación de los seis
pasos es ilustrada con una de las conocidas figuras de Escher en la que aparece
un edificio de tres muros, en cuya parte superior hay una escalera por la que
transitan unos individuos, monjes, subiendo y bajando y cruzándose por el mismo
recorrido que no tiene fin. En la aplicación del modelo se dan vueltas
recurrentes hasta reiniciar con el primer paso (guerra y paz, guerra y paz,
guerra y paz). En los primeros pasos predomina una actitud de simetría entre el
terapeuta y la pareja, mientras que en los últimos la posición del terapeuta es
más asimétrica. Finalmente, en los pasos 5 y 6 la pareja es capaz de adoptar un
papel terapéutico interno.
Luis Raimundo Guerra Cid (IPSA-Valencia,
IPR), especialista en terapia de parejas y antropólogo, además de psicólogo, es
el encargado de comentar el trabajo de Phil Ringstrom. Comienza reconociendo la
deuda contraída con este autor en relación con su propia salud mental. Subraya
la paradoja de la situación terapéutica, más marcada en la terapia de pareja,
de ponerse en manos de un desconocido para resolver los propios conflictos. Nos
enfrentamos aquí con la complejidad de la pareja, en la que están implicados la
cultura, el self y los sistemas humanos. Es un asunto complejo el intentar definir
lo que es una pareja y cuales son exactamente sus funciones, según revelan una
serie de ejemplos tomados de la antropología cultural. ¿Qué es lo que espera
cada uno del vínculo? Relata la historia cómica de la señora que acude sola a
la terapia de pareja, con el argumento de que como es ella la que toma las
decisiones en casa, no es necesario que su marido acuda. Muchas veces los
conflictos se expresan en problemas “corrientes” de intendencia: ¿quién hace
qué y quién es responsable de qué? Esto puede reflejar una rivalidad de fondo
que lleva a la pareja a consulta para que el terapeuta dirima quién de los dos
tiene razón.
A continuación, se produce un
debate sobre las ponencias con preguntas del público. Samuels advierte que
muchos pacientes acuden a su consulta después de haberse informado sobre sus
trabajos y opiniones a través de internet. En general no suele ser muy difícil
hablar de política en terapia salvo cuando se trata con un paciente cuyas
opiniones son muy diferentes de las nuestras. En relación con esto, una vez se
le planteó si aceptaría a cualquier paciente en terapia, por muy extremas que fueran
sus actitudes políticas: ¿Qué harías si te pide terapia Adolf Hitler? Su
respuesta en aquel momento fue que todos los días se enfrentaba con esta situación,
al tener que tratar con actitudes de dominación e intransigencia en casi todos
los pacientes. En cuanto a la promiscuidad en la terapia, tomada en el sentido
del paciente que colecciona terapeutas y puede realizar varias terapias de
forma simultánea, Samuels responde que la terapia es totalmente promiscua hoy
en día. El modelo clásico era, en cambio, totalmente monógamo, y seguía
principios del Antiguo Testamento: yo soy el único dios, y soy un dios celoso.
Phil Ringstrom reconoce estar de acuerdo
con la distinción que establece Margaret Mead entre tres tipos de matrimonio, a
la que Luis Raimundo Guerra había aludido en su comentario: romántico, el de la
crianza de los hijos y el de envejecer juntos. Se pide a Luis Raimundo Guerra
que amplíe su información sobre los tipos de parejas en culturas tradicionales.
Éste añade, entre otras cosas, que posiblemente nuestras costumbres se asemejan
a las de las Islas Trobriand, que estudió Malinowski, donde se da gran libertad
sexual hasta el matrimonio. Françesc Sainz (IPR, Asociación Winnicott de
Barcelona) plantea que, siguiendo a Winnicott, es importante ser de alguien
para poder ser de uno mismo, y pregunta por qué cuando cayó el Muro de Berlín,
en 1989, lo habitual es que los pacientes no dijeran nada al respecto. Samuels
responde que entonces no se hablaba de política porque las reglas del
psicoanálisis no lo permitían.
A la mañana siguiente las
Jornadas retoman su marcha con la comunicación de Silvia Jiménez Torres (IPR, IARPP-E,
IPSA-Levante), con el título “¿Quién Soy? Reconsiderando nuestro papel en la
comunidad. Cocreando el sentimiento de identidad”. Fue presentada y coordinada
por el colega de Salamanca José González Guerras (IPR, IARPP-E, Centro
Psicológico Self). Jiménez Torres indaga sobre el proceso de formación del
sentimiento de identidad, que se sustenta de forma esencial en el sistema
intersubjetivo bebé-familia, la matriz relacional tal como es descrita en el
libro reciente de Joan Coderch y Alejandra Plaza sobre emoción y relaciones
humanas. Se desarrollan en extenso tres interesantes casos clínicos de tres
mujeres (Raquel, Alba y Lucía), casualmente las tres enfermeras, con historias
diferentes pero cuya crianza familiar coincidió en destinarlas a un papel secunadario
y auxiliar respecto a sus progenitores y los hermanos, sobre todo varones.
Según afirmaba Luis Cencillo, desde nuestros orígenes buscamos “fondarnos”: no
hay nada en el hombre que no haya sido aprendido o transmitido tradicionalmente
por una sociedad.
Pasamos casi sin solución de
continuidad a un taller práctico, organizado con la elaboración de temas por
subgrupos de asistentes, coordinado por Andrew Samuels sobre “El Self Político
del Clínico. Trabajando con el material político en la sesión de psicoterapia”.
Es evidente que todo terapeuta quiere trabajar de manera adecuada y responsable
con las cuestiones de tipo político. Ahora vamos a centrarnos en el trabajo con
nuestro propio material político. Para que este trabajo tenga sentido, hay que
centrarse en la propia experiencia corporal del ciudadano. Nos propone que
representemos físicamente, con una postura corporal y emitiendo un sonido,
algún problema político que nos preocupe particularmente, frente al grupo y que
luego pongamos en común la experiencia de cada uno. Luego nos pide,
sucesivamente, que pensemos en nuestra experiencia política más antigua, y que
expresemos con fuerza nuestra vivencia sobre temas políticos españoles. Una vez
realizados los ejercicios continúa desarrollando la cuestión de hasta dónde es
pertinente tratar de estos temas en sesión. Es muy productivo que preguntemos a
nuestros pacientes por el origen de sus ideas políticas, buscar la centralidad
de la idea política que surja, respecto a su identidad personal. Conviene que
mostremos nuestro desacuerdo con las ideas del paciente cuando sea necesario,
pero no debemos entrar a argumentar.
En el breve debate posterior,
Rosa Velasco Fraile (Presidenta de IARPP-E, SEP-IPA) comenta el caso de una
paciente que ha atendido recientemente y que vivía, en el contexto de los
movimientos soberanistas en Cataluña, un enamoramiento que recordaba la
historia de capuletos y montescos de la tragedia shakespeariana.
Seguimos con una mesa con tres
comunicaciones, presentada por Manuel Aburto Baselga (IPR, IARPP-E), de Madrid.
Juan José Martínez Ibañez (SEP, IPR, Centro de Psicoterapia Giralda de Sevilla)
comenzó hablando, en su presentación titulada “Confusión de lenguas en la
pareja heterosexual. Repensando la Psicoterapia de Parejas”, de las preguntas
básicas: ¿quiénes somos? ¿de dónde venimos? ¿a dónde vamos? Las primeras
respuestas vinieron de las humanidades. Todas las mentes son distintas, pero si
logramos saber algo mejor cómo somos, atenderemos mejor a nuestros pacientes.
Entre otras cosas, somos animales, mamíferos, y este hecho guía también nuestro
comportamiento. La definición de la mente incluye el propio término definido,
pues la mente surge en la interacción entre la propia mente, la relación y el
cerebro, es un proceso cognitivo-afectivo que emerge de lo corporal y de las
relaciones significativas. Existen diferencias biológicas entre el hombre y la
mujer que deben ser tenidas en cuenta para entender la problemática de la
relación de pareja, si tomamos en principio la pareja heterosexual como
objetivo. Estas diferencias, en velocidad de maduración y en estilos, han
influido el desarrollo histórico de hombres y mujeres y todavía se
transparentan en el día a día de las relaciones. Reminiscencias del modelo
prehistórico del hombre como cazador y defensor del territorio y de la mujer
como cuidadora de las crías.
Procedente de Lisboa, Gonçalo
Neves (IARPP-P) presentó su comunicación “Reificación y Género: En busca de un
“New Deal” en las relaciones de pareja” en la que indagaba sobre el fondo
histórico y cultural de las relaciones hombre-mujer según se presentan en la
sesión, aunque se planteen de entrada como negación: Entre mi marido y yo no
hay diferencias. Recuerda la división histórica de las tareas a partir del sexo
y cómo se incorporó esta división a la tradición judeo-cristiana y su
simbolismo, por ejemplo, en la expresión “parirás los hijos con dolor”. A
partir de Marx y su doctrina del fetichismo de la mercancía en la economía
capitalista se puede observar cómo los atributos de las personas en la
actualidad se hallan reificados, cosificados. Hay que entender la alienación actual
como una reducción al sexo, no al género, con una plasticidad creciente en los
modelos de hombre y mujer y un incremento del narcisismo y el individualismo y
con la tendencia a negar la subjetividad del otro. Ilustra sus ideas con una
viñeta clínica (Paula y José), que discuten sobre la implicación de cada uno en
el mantenimiento del hogar, aunque en la actualidad cuentan con un servicio de
empleadas que asumen todas las tareas. Antes Paula era la que se ocupaba de
todo, aunque trabajaba como José.
La compañera de Valencia,
especialista en psicoterapia breve, María Dolores Cabrelles Sanz nos ofreció el
“Relato de una Psicoterapia de Pareja: Mi historia, la de ella, la de él”.
Ella, estudios básicos, trabajos discontinuos; él, trabajador por cuenta ajena.
Ella siempre relegada por la familia, con una fractura narcisista del self,
“niña pequeña fragmentada”. Los padres le marcaron quién no era ella. Él, en cambio,
es jovial y amable, pero en los pequeños conflictos siempre miente para quedar
bien y se le nota: “pienso, luego la cago”. Ella detecta todas las (pequeñas)
mentiras y no lo soporta. Se muestran
ignorantes de la dinámica de su interacción, sospechando siempre de las
intenciones del otro; padecen un desfondamiento radical. Se dio un “momento
ahora” – cómo dice Cabrellez Sanz: ella sintió que yo sentí lo que ella sentía
en esos momentos de crisis – y que dio lugar a un “momento de encuentro”. Ella
se sintió comprendida y junto a la terapeuta buscaron comprender la conducta de
él.
La comunicación de Isabel Pérez
Rigau de Barcelona (Institut Català de la Salut) llevaba por título “Relación
de pareja, reunificación familiar y clínica”. Entre el 2001 y el 2010 llegaron
a Cataluña más de un millón de personas procedentes de otros países. En la actualidad,
el 27 % de la población de Hospitalet es inmigrante. El trabajo en este ámbito
requiere manejar un pensamiento amplio, transcultural, social, para buscar el
conocimiento del otro. Por ejemplo, lo que entendemos por diferencias de género
puede ser diferente en otras culturas. En casi todos inmigrantes se produce lo
que se conoce como “duelo migratorio” o “self amputado”. Pérez Rigau ofrece una
serie de datos estadísticos de interés y luego ilustra su exposición con el
caso de María, procedente de Honduras, con un exmarido maltratador, que ha
realizado varios intentos de suicidio y con unas hijas que llegaron tras unos
cuantos años, con las que no se termina de entender y con las que nacen frecuentes
enfrentamientos. O el caso de Johny, de 18 años, procedente de la República
Dominicana, que acompaña a sus tres hermanos al colegio pero él no acude por
problemas de ansiedad y con quien es difícil entenderse. A Isabel Pérez le han
llegado a decir que se interesa especialmente por los inmigrantes porque, de
alguna forma, ella también es una recién llegada.
Tras las comunicaciones se
produce un debate, en momentos muy intenso en contra de las sugerencias de Juan
José Martínez Ibáñez sustentadas en argumentos biológicos. Responde que lo que él
quiere decir es que ciertos rasgos son condicionados por la biología, que no
podemos dejar de tenerlos en cuenta, y no son fáciles de modificar. Se le
pregunta a M. J. Cabrelles si no ve ningún inconveniente en trabajar con los
miembros de la pareja por separado, a lo que responde que siguió su inspiración
clínica y no encontró inconvenientes importantes para esa decisión.
Llegamos así al taller de Phil Ringstrom,
“Ilustración clínica del modelo conjunto de psicoterapia relacional de pareja”.
Expuso el modelo de los seis pasos, al que antes aludíamos, aplicado a un caso
concreto de una terapia de pareja que no podemos resumir aquí debido a su
complejidad. Durante la charla se produjeron numerosas preguntas por parte de
la audiencia y respuestas del ponente. Comentó que, según los neurocientíficos,
después de 19 meses durmiendo juntos se produce una gran interconexión mental
entre los miembros de la pareja. A la pregunta de qué es lo que lleva a las
parejas a seguir juntos, respondió que “motivación, motivación, motivación”.
Se ofreció una presentación de
novedades bibliográficas, moderada por Rosa Domínguez Rodríguez, en la que se comentaron
los siguientes libros. Juan José Martínez Ibáñez presentó su obra, “El enigma
de la Angustia. Una conceptualización de la angustia desde el vértice
relacional”, de la editorial Ágora Relacional. Se informó después de la
traducción castellana del libro de Philip Bromberg, “La Sombra del Tsunami y el
desarrollo del pensamiento relacional”, aparecida en la editorial Ágora
Relacional, a cargo de Carlos Rodríguez Sutil, coordinador de dicha traducción,
realizada por el Colectivo GRITA. Luis Raimundo Guerra Cid introdujo su último
libro “Palos en las ruedas. Una perspectiva relacional sobre por qué el trauma
nos impide avanzar”, de la editorial Octaedro. Y Françesc Sainz comentó su obra
“Winnicot y la perspectiva relacional en psicoanálisis”, aparecida en la
editorial Herder, patrocinado por la Fundación Vidal y Barraquer.
Finalmente entramos el debate
general para comentar las ponencias y comunicaciones e intentar una síntesis de
las Jornadas. Fue moderado por Rosa Velasco Fraile, Luis Raimundo Guerra Cid y
Carlos Rodríguez Sutil. Hubo ocasión de recordar los momentos más emotivos
vividos y se valoró de forma muy positiva la calidad de todas las
intervenciones. Rosa Domínguez Rodríguez pidió la palabra para anunciar que el
poster que había recibido el premio - el más votado por los asistentes - fue La Mirada del Otro: Reconocimiento y Acogida
en el Encuentro Terapéutico. "Me ven, luego soy" J.P. Sartre, realizado
por Eva Alonso Fernández y Judith Parejo García.
El colofón de estas Jornadas fue
la conferencia de clausura pronunciada por Joan Coderch Sans, tras una
profunda, cariñosa y admirativa presentación de sus obras y su desarrollo
personal e intelectual por parte de Françesc Sainz. Joan Coderch agradece la presentación
y comienza mostrando su satisfacción, en especial, con las ponencias de Samuels
y Ringstrom, así como los trabajos de los discutidores. Pasa a pronunciar su
conferencia, cuya lectura atenta en los materiales de las Jornadas recomendamos
o en su próxima publicación en la Revista Clínica e Investigación Relacional
(on-line). Resumiendo, de forma muy sumaria, Coderch revisa las características
principales del psicoanálisis relacional, que lo diferencian de los enfoques
clásicos. Describe el acto psíquico marcando el hecho de que todo proceso
psíquico es relacional, pero, más aún, insistiendo en que la misma evolución
del psicoanálisis relacional desde sus orígenes ha sido paralela a la evolución
de la propia sociedad. Es nuestro objetivo reforzar la autonomía de cada
individuo, conectándole estrechamente con su comunidad. Cita la obra “Tras la
virtud”, de Alasdair McIntyre por su perspectiva social o comunitaria de la
ética, y la importancia también de la comunidad para superar los sentimientos
de soledad. Después de diversas consideraciones sobre los tiempos actuales,
caracterizados por la inestabilidad de la pareja frente a la profundización en
la intersubjetividad, y la corporización o corporalización de la mente, termina
recordando la gran sensación que le produjo la lectura de la extensa obra de
Ernst Bloch, “El Principio de Esperanza”, de la que extrae la idea central del
ser humano como ser deseante, e inconcluso, y la necesidad de buscar la utopía.
Recibió un fortísimo aplauso.
REPORTAJE FOTOGRÁFICO EN:
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