martes, 2 de julio de 2013

CIERRE DE CURSO 2012-2013

El pasado 28 de junio pudimos disfrutar de la conferencia de clausura pronunciada por Joan Coderch, con el título: Las emociones que parecen superfluas e innecesarias. Psicoanálisis y humanismo; que dió magnífico colofón al ciclo de este año, en nuestra sede del Instituto de Psicoterapia Relacional. Posteriormente se hizo entrega de diplomas a los alumnos que completaban su formación y otros reconocimientos al estudio.




lunes, 1 de julio de 2013

1ª Conferencia Ibérica de Psicoanálisis Relacional


Cáceres, 9 y 10 de Mayo de 2014

(Centro Cultural San Francisco “El Brocense” – Sala Malinche, Cáceres, Extremadura, España)

Tema: ESPACIOS DE TRANSFORMACIÓN



Con la participación especial de Michael Eigen Michael Eigen es uno de los psicólogos y psicoanalistas más trascendentes en los comienzos del siglo XXI. Profesor Asociado Clínico del Programa Postdoctoral en Psicoterapia y Psicoanálisis de la U. de Nueva York, Miembro Titular de la National Psychological Association for Psychoanalysis (USA) entre otras numerosas afiliaciones y reconocimientos, ha impartido conferencias, seminarios y talleres por numerosos países en occidente y oriente, y viene a España en esta ocasión por primera vez. Entre sus numerosas obras y publicaciones destacan los libros: The Psychoanalytic Mystic (1998); Toxic Nourishment (1999); Feeling Matters and Flames from the Unconscious: Trauma, Madness and Faith (2009) ; Damaged Bonds (2001); The Psychotic Core (2004); Psychic Deadness (2004); The Sensitive Self (2004); Emotional Storm (2005); Conversations with Michael Eigen (2007); Eigen in Seoul: Vol.1-Madness and Murder (2010). Vol.2 –Faith and Transformation (2011); Contact with the depths (2011); y el reciente Kabbalah and Psychoanalysis (2012), todos ellos publicados o distribuidos por H. Karnac en Londres. En 2014 se dispondrá en castellano de una de sus obras, que está en curso de publicación.

La información se irá difundiendo a través de www.psicoterapiarelacional.es

Contacto sede: ipr@psicoterapiarelacional.es

martes, 18 de junio de 2013

EL HOMBRE ES LO MEJOR PARA EL HOMBRE

Para poner de relieve la necesidad que el ser humano tiene de sus congéneres y nuestra naturaleza intrínsecamente relacional (social), podemos traer a concurso el siguiente párrafo de la Ética spinoziana como una premonición de democracia perfecta futura:

Y así, nada es más útil al hombre que el hombre; quiero decir que nada pueden desear los hombres que sea mejor para la conservación de su ser que el concordar todos en todas las cosas, de suerte que las almas de todos formen como una sola alma, y sus cuerpos como un solo cuerpo, esforzándose todos a la vez, cuanto puedan, en conservar su ser, y buscando todos a una la común utilidad; de donde se sigue que los hombres que se gobiernan por la razón, es decir, los hombres que buscan su utilidad bajo la guía de la razón, no apetecen para sí nada que no deseen para los demás hombres, y , por ello, son justos, dignos de confianza y honestos. (IV, XVIII)

Esto que plantea aquí Spinoza es un ideal quizá inalcanzable pero creo que apunta acertadamente que, en el fondo, la división entre interés público e interés privado  no es tan radical y definitiva como pudiera pensarse.

lunes, 20 de mayo de 2013

Erikson. El hombre que se hizo a sí mismo

Comentando recientemente la figura de Eric Erikson manifesté mi opinión de que se trata de un autor injustamente relegado durante mucho tiempo, cuando en realidad realizó aportaciones de gran valor para la práctica psicoanalítica. a parte de su descripción completa desde una perspectiva evolutiva de todo el ciclo vital, con observaciones pertinentes, también hay que destacar su referencia al sentimiento de vergüenza y su elaboración del concepto de identidad, para mi gusto lo más original de su trabajo. Reproduzco a continuación un breve artículo que dediqué hace cinco años a clarificar un aspecto de su biografía personal.

Rodríguez Sutil, C. (2008). Erik Erikson: el hombre que se hizo a sí mismo. Clínica e Investigación Relacional, 2 (2): 354-357. [ISSN 1988-2939] [http://www.psicoterapiarelacional.es/CeIRREVISTAOnline/CEIRPortada/tabid/216/Default.aspx].

Resumen

Una de las aportaciones más destacadas de Erik H. Erikson al psicoanálisis son sus conceptos de identidad y crisis de identidad. Sin embargo, su propio nombre supone un enigma respecto a la identidad. En este breve artículo se aporta una idea para intentar aclarar dicho enigma.

Abstract

One of the main contributions by Erik H. Erikson to psychoanalysis are his conceptions about identity and identity crisis. Notwithstanding, his own name entails an identity enigma. This brief article is intended to provide an idea in order to clarify that enigma.


C. George Boeree (2006), en su obra sobre teorías de la personalidad, ofrece una breve biografía de Erik Erikson. Allí se informa de que pasó a llamarse oficialmente así cuando se le concedió la ciudadanía norteamericana, y añade “nadie sabe por qué escogió este nombre”. Anteriormente se había llamado Erik Salomonsen, hasta los siete años, y Erik Homburger, después. El objetivo de la presente nota es intentar dar una respuesta plausible al interrogante de por qué asumió la identidad de Erik Erikson. Para ello nos apoyaremos en la hipótesis de que toda teoría psicológica y, también, psicoanalítica, es un reflejo o retrato, por lo menos en parte, de la personalidad del propio sujeto teorizador. Dime qué postulas y te diré quién eres, o de qué careces.

Erikson es conocido y reconocido como el principal introductor del concepto de identidad y su correlato, crisis de identidad, en la teoría psicoanalítica y también como antecedente de la psicología del yo norteamericana. Otto Kernberg (2006) recientemente destaca la relevancia de su aportación, pues el síndrome de difusión de la identidad caracteriza a todos los trastornos severos de la personalidad.

El sentimiento continuo de tener una identidad personal, según Erikson (1959, p. 23) se fundamenta en dos observaciones simultáneas: la percepción inmediata de la propia mismidad y su continuidad en el tiempo; y la percepción simultanea del hecho de que los otros reconocen la propia mismidad y continuidad. La identidad del yo se forma a partir de la integración de todas las identificaciones, pero el conjunto es cualitativamente diferente de la suma de sus partes (p. 90). No me detendré ahora en el fundamento epistemológico de estas dos facetas, pero “la propia mismidad” ya es un concepto problemático como elemento estable y preciso desde la época de Hume y, considero, sólo puede formarse y mantenerse después gracias al reconocimiento externo de los otros.

Pero Erikson no debió alcanzar con facilidad el concepto de su propia identidad personal. En su libro Historia personal y circunstancia histórica (1979) comenta que no recuerda bien cuándo empezó a utilizar los conceptos de “identidad” y “crisis de identidad”, aunque le parecen arraigados de forma natural en sus experiencias de emigración, inmigración y americanización (1979, p. 48). Sin embargo, en este mismo libro se nos proporciona información que permite inferir la existencia de crisis de identidad en edades más tempranas. Así leemos:

Durante toda mi primera infancia me ocultaron el hecho de que mi madre se había casado anteriormente; y de que yo era el hijo de un danés que la había abandonado antes de mi nacimiento. Al parecer consideraban que dicho ocultamiento no sólo era viable (ya que entonces no se creía que los niños pudieran saber lo que no se les decía) sino conveniente, de modo que yo pudiera sentir enteramente que su hogar era también el mío. Como todos los niños, acepté este juego y me olvidé más o menos de aquel período anterior a los tres años, cuando mi madre y yo vivíamos solos.”

(...) Mi padrastro era el único profesional de una familia pequeño-burguesa de profunda tradición judía, mientras yo (que procedía de un medio escandinavo mezclado racialmente) era rubio y de ojos azules y crecía escandalosamente. No habría de pasar mucho tiempo antes de que empezaran a llamarme “goy” en la sinagoga de mi padrastro; mientras que, a su vez, para mis compañeros de clase yo era un “judío”. (pp. 28-29)

Anteriormente había afirmado que el niño debe derivar un sentido vital de la realidad a partir de la toma de conciencia de que su forma individual de dominar la experiencia (su síntesis yoica) es una variante válida de una identidad grupal, y está de acuerdo con su espacio-tiempo y con su plan de vida (1959, p. 22). Pero la situación personal que transmite, que recuerda la fábula de la lechuza y las palomas , no parece la más favorable para lograr esa síntesis yoica. La realidad, por tanto, debió de ser más dramática de lo que ese texto transmite.

El relato siguiente está tomado del artículo que publicó Guillermo Delahanty (2007) en un número anterior de esta misma revista, fuente a la que remitimos para una descripción más amplia, así como del texto de Boeree, ya citado. La madre de Erik, Karla Abrahamsen, residente en Copenhague en el seno de una familia judía conservadora, estuvo primero casada con Valdemar Isidor Salomonsen, pero el marido partió a América, huyendo de la justicia, sin siquiera consumar el matrimonio. El danés del que habla Erikson no sólo es que abandonara a la madre antes de su nacimiento, sino que sólo tuvo con ella una relación efímera, acaso una violación, al final de una fiesta de alto consumo alcohólico. Para ocultar el embarazo, la familia de Karla la envió a Frankfurt. Tras el nacimiento, la madre le puso un nombre de pila tan vikingo, y tan poco hebreo, como el de Erik. Tiempo después se casó con Theodor Homburger, médico pediatra, quien le dio su apellido al hijo y luego lo adoptó, de ahí procede la H que Erikson siempre conservaría.

Para explicar un episodio de su vida adulta, dice Delahanty que Erikson padeció una identificación proyectiva con su padre abandonador. Con los antecedentes reseñados, es fácil hipotetizar la aparición de una fuerte angustia provocada por la falta de la figura identificatoria paterna. ¿Cuándo? Posiblemente en la adolescencia y juventud.

Estamos de acuerdo con el propio Erikson en que durante la adolescencia, cuando se producen dudas sobre la propia identidad sexual y étnica, son frecuentes la delincuencia y los incidentes psicóticos (1959, p. 91). No se conocen muchos detalles sobre su primera juventud, salvo que hizo estudios de arte y llevó una vida bohemia y un tanto errante hasta que se estableció en Viena, a finales de los años veinte y primeros treinta, donde obtuvo su certificado como psicoanalista y se analizó con la propia Anna Freud.

Volvamos ahora al enigma que despertaba nuestro interés. Cuando Erikson estudia la vida de Mahatma Ghandi, escribe el siguiente párrafo:

Hubo una época en la que fue un niño con todas las limitaciones propias del desarrollo, y aun así el dicho “El niño es el padre del hombre” tiene un sentido particular para determinados hombres: para aquellos que se esfuerzan verdaderamente por llegar a ser sus propios padres, sin haber llegado aún a ser adultos (1979, 150).

Posiblemente al leer esto es cuando caí en la cuenta de que el nombre inventado “Erikson” quiere decir “hijo de Erik”, para lo cual no se necesita ser un filólogo consumado. Y, en la misma línea, “Erik Erikson” es lo mismo que decir “Erik hijo de Erik”. Que nuestro autor sustituyera mediante este artificio el vínculo paterno ausente y lograra un cierto consuelo narcisista ante la carencia parece, por tanto, más que probable. En definitiva, si el otro no me quiere, o me reconoce, me veo en la obligación de hacerlo yo mismo. Erikson se presentó simbólicamente como padre de sí mismo en la cultura norteamericana, para él nueva y promotora del self-made-man, y logró desarrollar una brillante carrera.


REFERENCIAS


Boeree, C.G. (2006). Personality Theories. ( http://webspace.ship.edu/cgboer/perscontents.html ).

Delahanty, G. (2007). Narcisismo e identidad: drama y tragedia de Erik H. Erikson. Clínica e Investigación Relacional, 1 (2), 433-440. [ISSN 1988-2939]

Erikson, E.H. (1959). Identity and the Life Cycle. Psychological Issues, I,1, monograph 1.

Erikson, E.H. (1979). Historia personal y circunstancia histórica. Madrid: Alianza (Orig. De 1975).

Kernberg, O. (2006). Ideentity: Recent findings and clinical implications. Psychoanalytic Quarterly, LXXV, 969-

miércoles, 15 de mayo de 2013

NUEVA EDICIÓN DE CURSOS ON-LINE


Estimados alumnos/as y colegas:

Os anunciamos la nueva temporada QUE SE INICIA EL  15 DE JUNIO 2013, de cursos on-line acreditados por la Comisión de Formación Continuada de las Profesiones Sanitarias de la Comunidad de Madrid, con validez en todo el Estado.
Descripción: Descripción: cid:image005.png@01CD351E.E25EFF60
El periodo de inscripción ya está abierto:

CURSOS CLÍNICOS

¡NOVEDAD para Junio 2013!  
Curso IPBM: “La mentalización y la capacidad de pensar. Introducción a la psicoterapia basada en la mentalización”.
 6 créditos equivalentes a ECTS (100 horas on-line más 50 horas de trabajo práctico del alumno). A cargo del prof. Juan José Martínez Ibáñez. En curso de acreditación. Toda la información en: http://www.psicoterapiarelacional.es/CAMPUSONLINE/Introducci%C3%B3nalaMentalizaci%C3%B3n(IPBM).aspx

"Introducción a la Técnica de la Psicoterapia Psicoanalítica",  (Acreditado por la Agencia Laín Entralgo de la C.A.M. con 10,6 créditos). A cargo de los Profs. Alejandro Ávila Espada, Antonio A. Tinajas y Carlos Rodríguez Sutil. Toda la información está en:http://www.psicoterapiarelacional.es/CURSOSONLINE/IntroduccionalaTecnicadelaPsicoterapiaP/tabid/763/Default.aspx    

"Diagnóstico y Evaluación Clínico-Forense (I) Informes y Peritajes",  (Acreditado por la Agencia Laín Entralgo de la C.A.M.  con 7,9 Créditos). A cargo del Prof. Carlos Rodríguez Sutil. Toda la información está en: http://www.psicoterapiarelacional.es/CURSOSONLINE/DiagnosticoyEvaluaciónClínicoForenseI/tabid/654/Default.aspx

"Psicoterapia Intersubjetiva Focal Breve-I", (Acreditado con 8,9 créditos por la Agencia Laín Entralgo de la C.A.M.). A cargo de los Prof. Alejandro Ávila Espada y Araceli Gómez-Alva. Toda la información está en: http://www.psicoterapiarelacional.es/CURSOSONLINE/PsicoterapiaintersubjetivafocalbreveI/tabid/496/Default.aspx

"Bases del Modelo Sistémico y Epistemología de la Clínica", (Acreditado con 6,4 créditos por por la Agencia Laín Entralgo de la C.A.M.).A cargo de los Prof. Teresa Suárez Rodríguez, Begoña Olabarría González y la tutoría de Vanessa Gómez Macías. Toda la información está en:

"Teoría y técnica de Grupos para Servicios Sociales y de Salud", (Acreditado con 4,1 por la Agencia Laín Entralgo de la C.A.M.). A cargo de los Prof. Alejandro Ávila Espada, Carlos Rodríguez Sutil. Toda la información está en:
Para quienes ya han cursado el anterior, o tienen formación en grupos, puede solicitarse una segunda parte del anterior “La Psicoterapia de Grupo como tratamiento combinado: Modelos y técnicas actuales” (Acreditado con 12,8 créditos  por la Agencia Laín Entralgo de la C.A.M.). Para matricularse en este curso envíe previamente un correo aagora@psicoterapiarelacional.es ] La información está en: http://www.psicoterapiarelacional.es/CAMPUSONLINE/PsicoterapiadeGrupoTratamientocombinado.aspx

"Introducción al Modelo Dinámico-Relacional", (Acreditado con 3,8 créditos por la Agencia Laín Entralgo de la C.A.M.) . A cargo de los Prof. y tutores Alejandro Ávila Espada, Carlos Rodríguez Sutil y Raúl Naranjo Valentín. Toda la información está en:

"Aportaciones de la Psicoterapia Cognitivo-Constructivista", (Acreditado con 7,1 créditos por la Agencia Laín Entralgo de la C.A.M.).A cargo de los Prof. Guillem Feixas Viaplana, Luis Ángel Saúl Gutiérrez y la tutoría de Esteban Laso .Toda la información está en:


CURSOS METODOLÓGICOS

"Metodología de investigación para el psicoterapeuta profesional", (Acreditado con 5,2 créditos por la Agencia Laín Entralgo de la C.A.M.). A cargo de los Prof. Alejandro Ávila Espada y Mercé Mitjavila i García.Toda la información está en:

"Entrenamiento en el Método CCRT y CCRT-LU", (Acreditado con 5,2 créditos por la Agencia Laín Entralgo de la C.A.M.) A cargo de los Prof. Yolanda López del Hoyo, Alejandro Ávila Espada, Dan Pokorny y la tutoría de Moraima García. Toda la información está en:


Todos estos cursos forman parte de nuestro sistema modular del Máster en Psicoterapia Relacional (Especialista en Psicoterapia Psicoanalítica Relacional / Especialista en Psicoterapia Sistémica),  pero también pueden ser cursados de forma totalmente independiente y cuentan con acreditaciones de formación continua.

Haced llegar esta información a cualquier persona que creáis pueda estar interesada.
Condiciones especiales para los inscritos en los Estudios de Master y Especialista en Psicoterapia Psicoanalítica Relacional, los miembros del Instituto de Psicoterapia Relacional y de IARPP-España.

Para cualquier duda no dudéis en contactarnos.
Un cordial saludo,


AGORA RELACIONAL
Director Académico: Dr. Alejandro Ávila Espada
Alberto Aguilera, 10 – Escalera Izquierda – 1º
28015-MADRID
Telefono (+34) 915919006 – Fax 91-4457333
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miércoles, 17 de abril de 2013

QUÉ ES UNA EMOCIÓN (informe preliminar)

Ver las cosas claras sobre qué es una emoción y qué no es una asunto que me preocupa desde hace ya un par de décadas porque creo que eso reportaría grandes beneficios a la psicoterapia.


Aunque no debemos dejar de lado la investigación semántica, pienso que el principal problema no consiste en diferenciar los términos al uso: emoción, afecto, sentimiento, estado de ánimo, incluso pasión. Desde la ontología relacional (externalista, anticartesiana) se puede afirmar que la emoción - y sus conceptos asociados - nunca es un fenómeno puramente individual sino una comunicación entre dos o más personas y el lugar en el que hay que analizarla, por tanto es en el contexto de la conducta comunicativa y su significado.

Si partimos de una concepción individual, como fenómeno con una vertiente privada, eso siempre nos va a llevar al error. El que está triste ve el mundo entero bajo la óptica de la tristeza y se relaciona con los otros desde la tristeza, transmitiéndoles dicho sentimiento, o haciéndoles huir o haciéndoles responder con enfado, con compasión u otras posibilidades que nos proporciones nuestra memoria o nuestra imaginación. Y la razón de esa tristeza hay que buscarla en el mundo de relaciones de esa persona, desde el origen, pero nunca en una dinámica interna aislada. Los conflictos nunca son intrapsíquicos.

Desde luego, tampoco debemos olvidar que hay enfermedades orgánicas que producen tristeza (un tumor, un trastorno metabólico, etc.) y también produce tristeza el tener una enfermedad del tipo que sea (pensemos en el que se queda ciego), pero muchos casos de tristeza parten de una dinámica exclusivamente psicológica, es decir, de relación interpersonal. Se puede decir que el que está triste experimenta un sentimiento de tristeza, pero no debemos llegar a la conclusión de que de existir un sentimiento interno sin manifestaciones perceptibles – cosa que habría que discutir - ese sentimiento sea la "auténtica" tristeza o su parte esencial. El que está triste presenta un gesto de tristeza, movimientos lentos, falta de motivación, incapacidad para disfrutar de las cosas, y habla a menudo a los otros de su sentimiento o los otros lo perciben sin más. También, en el lado opuesto, alguien te puede decir que está triste pero lo dice con alegría, o lo que muestra en realidad es enfado, cosa bastante frecuente. No debemos fiarnos de las palabras sin más.

De momento lo dejo aquí, porque me surge una duda:



¿No es la emoción también una descarga de energía, una “catarsis”?



viernes, 12 de abril de 2013

TRAUMA, MALENTENDIDO Y RESISTENCIA

En una famosa obra de Albert Camus, El Malentendido, un hombre con éxito, rico y enamorado, decide retomar la relación con su familia de origen, en el lejano y pobre villorrio que abandonó hace muchos, muchos años. Regresa así, acompañado por su esposa, a la pensión que regentan su madre y su hermana. Pero cuando llega no es reconocido y se ve incapaz de decidir la mejor manera de mostrar quién es por lo que se aloja esperando que llegue el momento adecuado. Sin embargo, su madre y su hermana tienen la terrible costumbre de asesinar a los viajeros para robarles y poder escapar de ese entorno oscuro y maldito, por lo que el protagonista sufrirá el mismo destino. Las dos mujeres se suicidan horrorizadas al descubrir después la identidad de su víctima. La estructura de esta obra parece una de las escasas y difíciles recuperaciones contemporáneas – se estrenó en el año 44 del pasado siglo – de la tragedia griega.
 
Según Pichon-Rivière, para que se dé una buena comunicación entre dos sujetos, ambos deben asumir el rol que el otro le adjudica, si uno de ellos no asume el rol se produce, propiamente, un malentendido. Un malentendido dificulta la comunicación, pero además es un proceso inconsciente. El terapeuta, individual o de grupo, debe tener “oído” para captar que dos personas se refieren supuestamente a una misma realidad pero que los indicios muestra que son dos concepciones radicalmente diferentes. El malentendido se desmiente (o se reniega), ya que su reconocimiento implicaría nombrar diferencias perturbadores, que generan ansiedades catastróficas. Ahora bien, siempre quedará un resto no del todo entendido imprescindible, por decirlo así, en toda forma de convivencia. Me refiero a acuerdos y pactos inconscientes a partir de la renegación de las diferencias. Ese malentendido aceptado y compartido está en el origen de todo funcionamiento psíquico, es decir, humano y por tanto de todo trauma, pues somos hijos del azar y del dolor, a veces compensados por el reconocimiento y el cariño.
 
Ferenczi habló de la “confusión de lenguas entre los adultos y el niño”, que no es más que otra forma de reseñar el malentendido originario. Esa confusión procede de que uno de los miembros del diálogo interpreta el juego como ternura (el niño), el otro como pasión erótica (el adulto). Cuando esto ocurre en la terapia, más a menudo de lo que se pueda creer, el paciente se identifica con el analista, igual que el niño se identifica con su seductor: introyectando los sentimientos de culpa de éste. Casi siempre el niño sabe muy bien cómo interpretar al adulto, no así a la inversa. Como consecuencia el niño queda dividido, piensa que es inocente y culpable al mismo tiempo; se destruye su confianza en sus sentidos y en las personas.  Ahora se piensa que el trauma no consiste sólo en el abuso sexual sino en un fallo de las funciones parentales.
 
Ha sido Michael Balint, discípulo de Ferenczi, quien ha ofrecido una buena descripción del contexto relacional del trauma:
  • Un niño depende de un adulto de confianza 
  • Ese adulto demuestra ser indigno de confianza, mediante la sobreestimulación, la negligencia o el rechazo del niño
  • El niño trata de obtener alguna comprensión, reconocimiento y consuelo del mismo adulto. 
  • El adulto a menudo niega la perturbación, culpa al niño del trastorno y le niega la confianza
El niño descubre que no se le permite expresar su dolor porque molesta al adulto y es desautorizado como sujeto. Entrando en las implicaciones del trauma para el pensamiento metafísico, Stolorow y Atwood advierten que en ningún otro lugar la doctrina de la mente aislada, cartesiana, es más perjudicial que al tratar de definir lo que es el trauma, pues poner el acento en “fantasías” privadas o en la determinación biológica de una personalidad límite (borderline) supone culpar a la víctima, retraumatizar a alguien que ha sufrido abusos infantiles y se refugió en la disociación o el retraimiento esquizoide. Actuar así es repetir el trauma original. El paciente se ve obligado a desalojar los traumas que le produce el terapeuta de la misma forma que hizo con los traumas infantiles. Finalmente, el temor a la retraumatización es uno de los principales motivos de resistencia.

DE NUEVO CON LA PERSONALIDAD HISTÉRICA

Los últimos sistemas clasificatorios de los tipos de personalidad han estado a punto de eliminar la personalidad histérica o histriónica por...